Creatividad
Un juego más
Los primeros minutos fueron de descubrimiento, todo era novedad, me estaba adentrando en su territorio y aprendiendo sus mecánicas.
Al inicio me resultaba difícil lograr buenos resultados, pero conforme fui empapándome de sus particularidades, comencé a notar que me divertía, tal vez por eso, estaba dentro de los tenían buenas opiniones que invitaban, al público en general, a darle una oportunidad.
El tiempo que le dedicaba podía variar, eran minutos u horas, según mi disponibilidad o hasta que siguiera resultándome entretenido, pues había momentos que me enfrascaba en las dificultades de alguno de sus niveles y notaba que no dejaba de dar vueltas en el mismo punto, no conseguía avanzar. En tal circunstancia lo mejor, desde mi punto de vista, era aparcar tal actividad para otro momento, ya que al obcecarme se nublaban mis ideas, lo que implicaba no ver las distintas posibilidades que tenía para seguir avanzando.
Este pasatiempo era interesante porque estaba basado en una serie famosa, cuya motivación para dedicarle tiempo era el coleccionar a todos sus personajes jugables, llevarlos a su máximo nivel y, por consiguiente, lograr que fueran competitivos dentro de sus distintas fases, lo cual me ayudaría a conseguir mejores recursos para invertirlos en elementos que reforzarían mi alineación debido a que, al ser un juego en el que se participaba por turnos, la única forma de vencer era haciéndolos, cada vez, más fuertes. Sin embargo, era difícil con lo que proporcionaban gratuitamente, por esta razón te invitaban a realizar compras dentro de su plataforma.
Asimismo, mientras me adentraba en este mundillo, descubrí que había toda una legión de personas a las que les gustaba igual o más que a mí esta actividad, incluso existía un foro en el que debatían sobre las mejores estrategias para lograr vencer en las distintas fases, indicaban las mejores alineaciones y el mejor modo de elegir a los personajes, esto, por consiguiente, le daba un toque especial, hacía que uno se sintiera parte de algo.
Después de convencerme de las dificultades que presentaba este juego a la hora de seguir avanzando en su historia, llegué a un punto en el que era necesario invertir dinero para ir hacia delante, lo cual, como es de esperarse, no estaba dentro de mis planes, ya que no tenía la más mínima intención de pagar.
A pesar de ser entretenido, dejó de serlo al notar que te obligaban a hacer pagos, sino quedabas condenado a mantenerte relegado en comparación a quienes pasaban por caja. Así fue como comprendí que este juego no era para mí. Tras ese mal sabor de boca decidí desinstalarlo, cuando algo te dice en la cara que no eres su consumidor ideal, lo mejor es ceder el paso a quien sí lo sea, a quien se deje algunas monedas en el proceso.