Tras vivir muchos años alejado de su pueblo, P decide volver, ha estado apartado de todo por decisión propia. Tiene en mente la instantánea que dejó cuando se distanció. Espera encontrar todo como estaba, sin embargo, ese mundo ha cambiado, es diferente a lo que recordaba, los sitios a los que solía asistir están cerrados o apunto de pasar a mejor vida, incluso la gente, le cuesta reconocer a los habitantes de aquel sitio que alguna vez fue su hogar. Con la sensación de estar desfasado, de no pertenecer a esa localidad, siente que se ha perdido muchas cosas durante su retiro. A pesar de lamentar esta nueva realidad, tiene que aceptar su nueva condición, ser un extraño en el lugar que lo vio nacer.
La película Swan Song, estrenada el año pasado y dirigida por Todd Stephens, tiene una trama que narra la historia del estilista jubilado Pat Pitsenbarger que, resignado a su suerte, vive en una residencia de ancianos esperando que pasen los días de manera sosegada. Su vida parece inalterable hasta que un día lo contactan para maquillar el cadáver de su mejor cliente (así como mejor amiga), porque durante la planificación de su velatorio especificó que fuera él quien se encargara de embellecerla. Es así que está en una disyuntiva que lo llevará a tener una serie de aventuras.
Un mensaje subyacente, que resalta en la cinta, es el modo en el que la sociedad aparta a las personas mayores, lo aborda desde una mirada cómica (considero que para quitarle seriedad), pero no deja de ser chirriante, ver como el mundo deshumaniza a quienes han sido descartados por el sistema, mostrándolos como simples objetos decorativos que viven encerrados en una residencia, como si no tuvieran nada más que aportar.
Asimismo, Swan song, al poner como personaje principal a una construcción subalterna confiere cierta particularidad a lo que nos quiere contar, hace que tenga voz un ser que durante mucho tiempo tuvo que abrirse camino en un espacio que le puso trabas en cada momento.
Es grato ver realizaciones que ahondan en los problemas de quienes ven la vida desde otra perspectiva, pues, con ello, se enfocan en aspectos que hasta cierto punto han sido olvidados por los entes que ostentan el poder. Además, deja de lado los prejuicios que han perseguido al colectivo LGTBI, porque se centran en el lado humano de quienes han formado parte de él. Igualmente muestra lo que les sucede a los que están alejados por el peso de los años y que, al estar retirados, se enfrentan a vivir en el ostracismo, abandonados por una masa social que debería tenerlos presentes ya que, en muchos casos, estos fueron quienes lograron que ese gremio fuera aceptado y dejaran de ser excluidos.
La obra consigue empatizar con el espectador al narrar la historia de un personaje entrañable, Pat, que, a lo largo del metraje del film, se adentra en nuestro imaginario, es un arquetipo eficaz, ya que le da sentido al relato y hace que se convierta en algo memorable.