A causa de llevar una vida más saludable, recomendada por un coach, estos días trato de ir caminando a casa, aún a costa de demorar más de lo habitual.
Reconozco que he caído en las garras de la moda de comer sano y tener un ritmo de vida sana, desde hace un tiempo busco productos que no tengan conservantes, que sean Bio, bajos en azúcares y grasas.
A veces me quedaba asombrado por el tiempo que dedicaba a leer las etiquetas (cada una era un mundo), según el producto variaba el contenido y la extensión, algunos resumían la composición de lo que vendían en unas pocas líneas, otros, por el contrario, escribían un testamento, quizás confiados en que nadie lo leería.
Debido a esto demoraba más en el súper, si antes le dedicaba menos de una hora, ahora estoy pasando de las dos.
Asimismo, recorro distintos comercios, ya que no todos mis productos favoritos se encuentran en un mismo lugar, es como si la búsqueda misma me obligara a hacer ejercicio.
Al inicio se me hizo un mundo, no estaba acostumbrado, más adelante fue algo más cómodo, en total, según mi marcador de pasos, recorría unos ocho mil, algo más que entendible, por la extensión del peregrinaje.
Hace unas semanas descubrí que había información en el lugar menos pensado, las redes sociales, gracias a seguir los consejos que ahí encuentro me siento mejor.
Nadie diría que no hace mucho, no confiaba en estos entornos, pues los tenía como espacios en los que no había nada destacable, no me sentía atraído.
Imaginaba que era el lugar al que las almas perdidas iban a disipar el tiempo y a demostrar lo paupérrimas que eran sus vidas, por lo tanto, nada bueno se podía sacar de ahí, solo cosas que desmerecían la existencia.
Sin embargo, un compañero me mostró lo contrario, me enseñó los sitios que eran buenos para llevar rutinas sanas. Desde ese momento todo cambió, se me abrieron cientos, por no decir miles, de posibilidades.
Así pues, he descubierto cosas que hasta ese momento desconocía, lamenté no haberlo hecho antes y que no estuvieran a la vista de todos, porque era información importante. Este tipo de conocimientos debería anunciarse en todas partes, incluso en la prensa, pero como siempre, determinados entes los ocultan.
Con el tiempo he llegado a ser asiduo, les he comenzado a pillar el truco.
Incluso me he hecho seguidor de un tipo que no deja de dar consejos, todos útiles, los pone en práctica en cada una de las actividades que realiza, es muy bueno, por eso mismo no me pierdo ninguna de sus actualizaciones, he configurado las notificaciones para estar al tanto. Esos consejos los sigo y me resultan beneficiosos, me parecen reconfortantes en mi día a día.
A esto debo añadir que me he comprado un reloj de los inteligentes (recomendado por él) y más elementos necesarios para seguir una rutina sana.
En su momento era una inversión que requería hacer malabares para no perjudicar mi presupuesto mensual, por eso mismo tuve que pensarlo bien, si valía o no la pena. Tras darle vueltas me decidí, iría a por todo, estaría a la vanguardia.
Con todo esto estaba a un paso de inscribirme en un gimnasio, pero aún no estaba preparado, para que diera ese paso, pasaría mucho tiempo.