Creatividad
ARGUMENTACIÓN
Durante la última temporada se iluminó y comenzó a plantearse que todo hecho por muy pequeño que sea tenía una significación.
De tal modo que le buscaba un sentido profundo a cualquier acontecimiento, incluso lo comentaba con los colegas a quienes, en sus reuniones, los machacaba con su ideario.
No faltaba el cotilla de turno que, soltando una carcajada para sí mismo, afirmaba que tanta tontería junta era insoportable.
−Todo es cuestión de proponérselo, creer y ser positivo.
−Qué le digan a mi banco eso de ser positivo, sino es por una cosa, es por otra, siempre hay un descubierto a la orden del día.
De tanto repetir esta muletilla la convirtió en su leitmotiv.
El ser el centro de atención lo motivaba a continuar con su discurso.
−Me jode trabajar para nada, pero venga, todo recae en mí, solo tengo que proponerme ser exitoso, menudo chiste.
−Estar aquí, en esta época, nos define, es nuestra razón de ser.
Somos parte de algo más grande, piezas de un todo que por muy insignificantes que parezcamos, tenemos la misma importancia que el resto.
−A veces creo que trabajando estoy peor, te crujen con los impuestos, te ahogan.
Cada vez que interiorizaba nuevos conocimientos y los sumaba a su acervo, sentía la necesidad de expresarse.
−Impuestos, impuestos y más impuestos, todo es pagar impuestos, ¿hasta cuándo tendremos que aguantar esto?, entiendo que debemos tener algunas obligaciones, pero cuando no te dejan satisfacer tus necesidades básicas, existe un problema, uno muy gordo, pero como solo lo sufrimos los ciudadanos de a pie, no interesa.
−El problema es que no confiamos en nuestras posibilidades, alguien nos dijo que éramos nada y lo seguimos creyendo.
−Es fácil hablar con la panza llena, así hasta yo soy filósofo.
En aquel lugar lo conocían desde hacía mucho, cuando no tenía algún amigo cerca, podía echar la tarde con los camareros.
−Si les preguntas a esos te dirán que el mundo es equitativo y que no lo ven tan jodido, entiendo que hablen desde su realidad, pero el caso es que generalizarlo, enfocar que todo es una maravilla, cuando no es así, es una gilipollez.
−El sistema nos quiere así, dóciles, sin esperanza.
−Solo queda reírse, reírse de la estupidez de aquellos que piensan que con sus palabras van a cambiar al mundo.
Por la emoción era usual que no se percatara de la cantidad de oyentes que tenía, ya que solo se centraba en quienes conocía, como si el resto no importara.
−Repito, que se lo digan a mi banco. Putos bancos de mierda, es que ni siquiera te llaman, te embargan y ya está. Te enteras de que no tienes pasta al momento de ir a pagar.
−Somos lo que percibimos, así de claro.
−Felices aquellos tiempos en los que lo mejor era dejar el dinero bajo el colchón, así nadie te lo trincaba. Pero ahora no se puede hacer, todo tiene que ser por medio de la banca electrónica, puta tecnología, para que queden rastros de nuestras transacciones y con lo registrado demostremos que no ocultamos nada, nosotros tenemos que hacerlo, a mí ¿quién me dice que esos usureros no esconden nada?
Sus palabras sonaban profundas, gracias a sus nuevas lecturas sus ideas se enriquecían, tenía que darlas a conocer.
−La de veces que he ido a solucionar el lío y qué te dicen, nada, el tipo de turno que te atiende concuerda contigo, es una putada, te dice, pero no te da solución, a veces creo que los ponen ahí para consolar y no para ser resolutivos.
−Lo material no sirve, lo importante es dejar un legado, una huella que sea reconocida en el futuro.
−Perdonad que me altere, pero me parece una estupidez hablar como si tuvieras el control de todo lo que pasa a tu alrededor.
Sus ademanes resaltaban sus palabras.
−La única forma de avanzar es dejando los lastres en el pasado, no podemos estar entrampados en tejemanejes, lo mejor es pasar de ello y continuar.
−Mira bien, atontao, dependes de más gente, no eres el centro del mundo.
Todos parecían escucharle atentamente. Por momentos perdía la noción del tiempo, se venía arriba, como si no hubiera nada más que él y sus circunstancias.
−Los lastres nos estancan, nos limitan.
−Repito, con la panza llena es fácil hablar.
Cuando se convencía de que su mensaje había calado se daba por satisfecho, el día había valido la pena.
−Pero ya ves, hay que proponerse ser positivo
−A veces siento que nuestras conversaciones son muy cortas.
−Ahora se va con su positividad a cuestas, debe ser duro ser él.
Terminó la reunión, salió de ahí confiando en que su mensaje les ayudaría a encontrar su camino.
−Que se lo diga a mi cuenta que está en negativo y embargada.