Creatividad
Cómodamente
La ciudad, aquel monstruo de cemento que se traga los sueños de sus habitantes. Algunos conscientes de ello se resignan, otros, por el contrario, viven lamentándose por no tener la oportunidad de abandonar aquel espacio en busca de nuevos horizontes, estos, los autodenominados inconformistas, viven amargados, tristes, pensando en mundos posibles, irrealizables.
Cada vez que veía los noticieros terminaba de mal humor, todas las informaciones eran para indignarse, cualquiera con un poco de sangre en las venas sentiría lo mismo.
Tras escuchar a los periodistas, meditaba sobre el nivel de degradación al que estaba llegando nuestra sociedad.
¿Qué pensarían los que nos precedieron si vieran a los niveles tan espurios que llegaban algunos pseudo representantes de los ciudadanos?, sería este presente, ¿el futuro que imaginaron?
Probablemente estarían decepcionados, habían luchado por un mundo mejor y ahora todo iba en decadencia. Incluso algunos se habían dejado la vida, pero las cosas no estaban yendo en el sentido correcto e iban en dirección a la ruina —se decía.
Aunque esto no dejaba de ser una mera especulación, posiblemente, muchos de los hechos históricos que le habían contado, eran una invención, un cuento engañabobos, con toques épicos para hacer creer que todo tiempo pasado fue mejor, haciendo que el pueblo viviera añorándolo en lugar de centrarse en el presente.
Mientras pensaba, llegaba a un punto en el que verbalizaba sus ideas, elevando la voz, lo que, en consecuencia, incordiaba a quien tenía al lado.
—Sentado en el sofá es fácil protestar, ¿por qué no sales a la calle si tanto te indigna la situación?
—Pensaba en voz alta.
—A veces olvidas que no vives solo.
—Solo hablaba para mí.
Era cierto que protestar desde la comodidad de un asiento era fácil, lo difícil era salir a la calle y movilizarse junto con los activistas, aun a costa de poner en riesgo su integridad física, pues, no sabía por qué, los encargados de velar por el orden público se ensañaban con quienes enarbolaban los postulados con los que simpatizaba.
—No me valen lo discursitos que sueltas. De nada sirven si no se demuestran con hechos.
—Qué valgan, o no, no es lo esencial, lo principal es que, a pesar de lo que crees, esos juicios están fundamentados, llevan en su interior planteamientos sesudos.
—Serán sesudos, pero soltados aquí, en este piso, no me valen.
Estaba claro que tenía razón, pero no era necesario estar en la calle, desde su asiento podía hacer la lucha cultural.
En un movimiento no todos eran soldados rasos, había algunos que se dedicaban a las cuestiones administrativas o eran los ideólogos.
Un cuerpo sin cerebro no puede moverse —se decía—, por eso mismo, al considerarse una mente pensante, creía que su lugar estaba delante de la pantalla, en donde podía articular de manera práctica su discurso, elaborando diversos escritos que repartía en todo foro que se le pusiera por delante.
La lucha se estaba llevando a cabo desde distintos frentes gracias a las nuevas tecnologías, había que estar ciego para no ver que determinadas peroratas (de odio) se servían de ellas y campaban a sus anchas, por eso mismo era necesario plantarles cara, estar a la altura y demostrar que no eran los únicos que sabían moverse por esos espacios.
—Solo sirven para fastidiar, para dejar mal rollo.
—Pero me exasperan, siento que todo va a peor.
—Ya, pero soltadas aquí no valen para nada.
En cierto modo sus expresiones nacían y morían en ese lugar, solo escuchadas por quien estaba a su lado, sin tener un alcance importante, sin llegar a ser un revulsivo que hiciera despertar a nuestra sociedad dormida. No era posible que nos quitaran derechos y no se hiciera nada.
¿En dónde quedó el espíritu de los movimientos que salieron a las calles y consiguieron mejores condiciones de vida?
La respuesta era obvia, pero se negaba a creer que se había diluido en el olvido, debido a la manipulación del término protesta, ya que se lo trastocó de tal modo que ahora se tomaba como algo deleznable.
—Pasas demasiado tiempo delante de la pantalla del portátil, hay un mundo entero fuera de aquí. Quizás todo aquello que crees realizable, no es factible, pues desde un ente virtual, la realidad se desdibuja.
En el papel todo era perfecto, las categorías que fundamentaban sus discursos, también, era cierto que solo aquellas ideas que nunca se llevaron a la práctica eran excelentes, pues se las endiosaba, se las ponía en un pedestal porque no se sabía su repercusión.
—Solo pierdes el tiempo.
Pero a él no le importaba, estaba convencido de que no perdía el tiempo. Sabía que en el mundo virtual era un tipo que se hacía escuchar, aunque para la vieja escuela era desvirtuar la lucha, no estaba solo en esa situación, había más gente presionando para que las cosas cambiaran, aunque como era de suponerse sus ideas eran acalladas, condenadas al olvido por los dispositivos del sistema.
—No me lo digas a mí, díselo a quienes pueden hacer algo por cambiar las cosas.
El problema se debía al distanciamiento de aquellos con el poder de paliar la situación, era difícil acercarse a esos servidores públicos, ya que el hacerlo era considerado como una acción populista, palabra que les ofendía, por eso preferían ir por libre, sin luchar por quienes los habían puesto ahí, en definitiva, se debían a un partido que les indicaba los pasos a dar, de esa forma se acomodaban y se apoltronaban en su posición.
—Y sigues, ya te he dicho, ve a la calle, aquí tus argumentos son vanos, solo escucho un ruido absurdo.
Estaba claro que no llegarían a ponerse de acuerdo. Sin embargo, él seguiría con sus planteamientos, con sus aportes, centrado en ganar esa lucha en la que se había embarcado y que el resto no entendía.



































































































































































































































































































































































































































































































































