Creatividad
En la parada
La estación de autobuses quedaba en una avenida en la que los embotellamientos eran cosa de todos los días, a cualquier hora, independientemente de que fuera punta o no. En tales circunstancias venía bien coger el servicio de transporte urbano, gracias al carril bus estaba exento de pasar por ese calvario.
No era usual que se quedara todo el día en la facultad, para empaparse de los conocimientos necesarios, confiaba que con un libro delante se centraría en estudiar.
Su horario era partido, había escogido materias que se impartían por la mañana y por la tarde. Cuando no tenía que asistir a ninguna, buscaba alguna aula libre, en dónde no hubiera nadie, para pasar el rato con su preparación lectiva.
Calculaba detalladamente las horas para entrar puntual al dictado de clases, sin embargo, alguna vez por despistado llegó tarde. Esto sonaba a una tontería, pero le pasó más veces de lo que le hubiera gustado, era como si entrara en un vórtice en donde el espacio tiempo se veía trastocado, una realidad paralela alterada por la lectura. Alguna vez intentó explicarlo, pero era difícil de entender, parecía una excusa, una falacia barata, para no estar puntual, aunque se encontrara por los alrededores.
Aquel día, la última clase se había extendido, cuando salió ya estaba oscuro y tuvo que apurarse para llegar a la parada. No le gustaba estar por ahí a esas horas, en el tiempo que llevaba asistiendo a clases se había dado cuenta que el rostro de la zona se volvía truculento durante la noche, debido a que muchos se ubicaban en los aledaños y hacían botellón.
Durante la espera miraba a todas partes, a la distancia observó la puerta de entrada a la universidad, a pesar de la hora mucha gente seguía saliendo, probablemente alumnos que estaban en la biblioteca o asistían a alguna cátedra libre.
Asimismo, podían ser simples viandantes, al tratarse una entidad pública todo el mundo podía acceder a ella mientras tuviera las puertas abiertas, si se sentían interesados por las charlas que se programaban para el público en general, ya que la institución estaba enfocada en la divulgación cultural, una buena iniciativa con poca publicidad.
De repente, notó un rostro conocido que hacía varios años no veía, de primeras pensó en la posibilidad de que estudiara en el mismo campus, pero luego cayó que eso era poco probable, el pabellón no era demasiado grande como para que no se hubieran cruzado alguna vez.
Una gran coincidencia, hacía muchos años que no charlaban, la última vez estaban en la escuela. En ese momento se dio cuenta del distanciamiento que se produjo entre ellos, no recordaba claramente la razón, suponía que habría sido una de peso, sino, no tenía sentido que no hubieran intentado quedar alguna vez.
Por un instante se le ocurrió acercarse, sin embargo, había la posibilidad de que no se acordara de aquellos años, aproximarse implicaba exponerse a una situación innecesario.
¿De qué hablaría tras ese largo lapso sin verse?, ¿se centraría en rememorar temas que les interesaban?, ¿tendrían algo en común?, tenía más dudas que certezas. Era consciente que el mundo había cambiado y todo en él, por lo tanto, igual no tendrían cosas en común, sería como conocerse de nuevo.
Le preocupaba no tener nada para compartir o quedarse en silencio, por eso decidió no alterar sus planes, no era una buena idea un encuentro por sorpresa, si estaba esperando a alguien igual no le prestaría atención, no era el día indicado para traer al presente épocas pretéritas.
Mientras observaba a la distancia, cogió el bus, antes de que partiera echó una mirada más que no cambiaría su decisión.