Opinión

En su línea

Hace poco leí en un artículo que Keanu Reeves, el actor que interpreta a John Wick en la pantalla grande, durante la última película de este personaje, la cuarta parte, sólo pronunció 380 palabras. No me he detenido a contarlas para comprobar el dato, pero se nota que no habla mucho, y ni falta que hace, debido a que se centra en el lenguaje físico, porque es lo fundamental en la propuesta que nos ofrece, ya que, al intentar ser creíble, se tiene que enfocar en atacar y defenderse. Resultaría falso si cada vez que se enfrenta a un enemigo, nos soltara una retahíla de frases elaboradas y moralizantes.
El 24 de marzo se estrenó, John Wick: Chapter 4, dirigida por Chad Stahelski, su trama se sitúa inmediatamente después de los sucesos de la anterior película, Parabellum. John, el asesino retirado, al recuperarse de sus heridas, irá en busca de venganza, al sentirse traicionado, hará que el mundo arda. Sin embargo, esta se verá interrumpida, tras convertirse en el hombre más buscado por el hampa, debido al precio que ponen a su cabeza, la cantidad que se ofrece es ingente. En tal tesitura, tendrá que reformular su plan para salir airoso, de tal modo que, en el discurrir de la historia, seremos testigos de su aventura, que tiene como escenario París.
La forma en la que se muestra la ciudad luz es destacable, le da un aire de novedad gracias a la buena fotografía, así como a la buena dirección y al modo en el que se utiliza la mezcla de colores. Por momentos da la impresión de que la cinta nos lleva de paseo por la manera de mostrarnos los distintos monumentos de la capital francesa.
Una de las cosas que critican muchos a esta propuesta es lo poco creíble que son las escenas de acción, ya que, el protagonista se mueve torpemente, su desenvolvimiento es pausado, lo que, para ellos, en su imaginario, es contraproducente, pues Wick es alguien que se dedica a repartir golpes todo el tiempo, en consecuencia, debería ser más ágil. No obstante, olvidan que el personaje que interpreta Reeves no es un jovenzuelo, por eso mismo tiene que ingeniárselas para salir airoso, echar mano de todo lo que tiene a su alcance, así como evitar el enfrentamiento cuerpo a cuerpo, porque sabe que está en desventaja. Además, algo que le añade interés es que sufre dolor, sangra y no es inmune a las balas, por esta razón tiene que andar con cuidado.
A quienes les gusta el cine de acción esta película no les defraudará, ya que, desde el inicio hasta que termina, es un sin parar, el protagonista se desenvuelve a la altura, manteniéndonos a la expectativa, en todo momento, por saber en que desencadenarán las aventuras del hombre del saco. Aunque se pueda tener una ligera idea, esta no será del todo clara hasta que se llegue a la conclusión de la trama, que, en un intento por causar asombro, nos sorprenderá con sus efectos especiales, así como por su montaje, esta obra será recordada por su fuerza visual.

Lume

Agli