Hace poco, en el cine, pude ver los avances de la adaptación de un anime a la gran pantalla, Saint Seiya. El tráiler duraba un par de minutos, ya que solo se encargaba de dar un breve vistazo de lo que se podría apreciar cuando fuera lanzada. Tras verlo no quedé entusiasmado, me pareció un despropósito, pues no mostraba lo que uno esperaría de una realización basada en la obra de Masami Kurumada. Sin embargo, con tan pocas escenas adelantadas no podía sacar un juicio certero, por lo tanto, decidí esperar a su estreno y ver si realmente mi primera impresión fue correcta o estaba equivocado.
La trama de esta película dirigida por Tomasz Bagiński, Saint Seiya: Knights of the zodiac, gira en torno a un luchador callejero japones, Seiya, cuando en una pelea saca a relucir sus poderes ocultos llama la atención de una fundación que buscará por todos los medios que se una a ella. Lo que, para él, en un principio es una broma de mal gusto, luego irá tomando forma, hasta el punto de entender que su destino es convertirse en un guerrero de Atenea, aunque en la tarea ponga en riesgo su vida.
Durante mucho tiempo se esperó una adaptación de esta serie animada, debido a que los temas que abordaba seducían por su profundidad y por la forma en la que recogía la temática de la mitología griega.
No obstante, el problema grave que tiene esta cinta es que se centra en aspectos poco llamativos, toma como base la serie que se estrenó en 2019 en una plataforma de video por demanda, en dónde hicieron una reformulación de la obra y dejaron de lado elementos que hacían que fuera interesante.
Además, obvia explicar el porqué de determinadas cosas que ves, esos huecos argumentales dejan en el aire elementos esenciales que hacen que uno no sepa lo que está viendo, su ritmo no es el más adecuado para este tipo de producciones, lo más importante transcurre en poco menos de treinta minutos, lo demás es relleno.
Tal vez, los encargados de llevarla a cabo pensaron que, al ser una historia introductoria, no valía la pena darlo todo en la primera cinta.
En pocas palabras, es un producto menor, no llega al nivel de la obra en la que se inspira, esto quizás se deba a las licencias que se tomaron los guionistas, licencias que en el caso de obras como esta deberían limitarse a ciertos elementos, pero no a alterar el universo entero de un manga consolidado. Lastimosamente mientras la industria cinematográfica siga considerando a estas adaptaciones como subproductos, esto no se realizará.
Tras ver la cinta sentí que no era lo que esperaba, toman el nombre del anime algunos de sus personajes, pero se alejan de lo que en él se podía ver, no tiene su esencia, es un producto plano sin esos toques mágicos que animaban a que te acercaras a ella. Espero que en un futuro próximo pueda ver una realización a la altura, mientras tanto, seguiré atento.