Opinión

En un lugar del alma

Un guionista, venido a menos, tiene la oportunidad de su vida para demostrar que aún conserva el talento que lo llevó a labrarse un prestigio dentro del mundillo cinematográfico. Sin embargo, su incapacidad de adaptarse a su entorno, junto a su comportamiento brusco y su cinismo, le causan problemas por no controlar sus impulsos que salen a relucir, ya que no se caracteriza por ser amable y no se avergüenza a la hora de justificar sus acciones.
Cuando se enamora parece que todo esto queda relegado a un segundo plano, pero pronto esa transformación se desvanece, no puede luchar contra su naturaleza; es como es, y esto se refleja en todas sus actividades.
De esta forma se describe a Dixon Steele, personaje principal de la película de 1950 «En un lugar solitario», dirigida por Nicholas Ray.
Quizás por eso la cinta comienza cuando se enamora Dixon y se siente renacer, pero al tomar consciencia del fin de su relación, concluye su historia. La realización de Ray dibuja cierto pesimismo ante la probabilidad de que el hombre conozca la felicidad y viva plácidamente en una realidad ideal. Esta idea explica la conclusión sombría de lo que se está narrando, pero a su vez, deja un final abierto, en dónde se pueden efectuar distintas suposiciones sobre lo que vendrá.
Así pues, se dan una sucesión de escenas que aumentan la tensión de lo que se plantea, en donde disfrutamos de buenas interpretaciones que se sustentan en un guion correctamente elaborado, con diálogos acertados y rotundos, que enfatizan ese aire enrarecido que por momentos se percibe. En definitiva, esto condiciona el devenir de las acciones y muestra su punto de vista sobre el comportamiento del personaje encarnado por Humphrey Bogart, su carácter inadaptado es paliado por su atractivo y su ingenio, siempre y cuando las cosas se den como él quiere.
El relato intenta ser realista al mostrar las dificultades de convivir con una persona violenta, ya que sus cambios de humor intempestivos trastocan su personalidad y lo llevan a tener comportamientos criticables, incluso deleznables, que se alejan de su proceder habitual (suele ser encantador y amable). Aquellas personas que viven constantemente a expensas de sus impulsos emocionales y pierden el control toman decisiones incorrectas que a menudo afectan sus interacciones en la sociedad o en su círculo cercano, que padece de primera mano los efectos de sus cambios de humor.
Durante noventa y un minutos, la obra va más allá de centrarse en el crimen y el misterio, su leitmotiv, pues explora la condición humana, con sus claroscuros, con sus ambigüedades e incoherencias, porque presenta una serie de personajes complejos que nos dan distintos matices que ilustran la oscuridad del pensamiento humano, donde se anidan las ideas más perversas y también las más nobles, demostrando que somos un conjunto de contradicciones. Así pues, el filme muestra cómo esta mixtura de características conforma las diferentes personalidades de los seres que viven en este mundo y, en consecuencia, dan forma al medio que habitan.

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