En ocasiones, por casualidad, terminas viendo una producción que no tenías planificada en un inicio y así, de este modo, caes en una que te sorprende por su propuesta, incluso te gusta más que otras que tenías en la agenda. Este es lo que me pasó con The Boys, desde su primer capítulo te deja claro por dónde van sus pretensiones, no se anda por las ramas, te muestra lo que hay, sin filtros. Durante sus 24 capítulos nos adentra en su universo de violencia y caos en donde impera la ley del más fuerte. Sé que están produciendo una cuarta temporada, espero con ansias su estreno, quiero ver la continuación de las peripecias de los chicos.
Esta serie se estrenó en el año 2019, basándose en el comic homónimo creado por la dupla conformada por Garth Ennis y Darick Robertson. Este 2022 emitieron, en una plataforma de video bajo demanda, su tercera temporada. Su temática es simple y gira en torno a la interrogante: ¿Qué pasaría si los denominados superhéroes, encargados de velar por el cumplimiento de las leyes, vivieran cegados por su egoísmo y dejaran de lado su función por centrarse en sus intereses personales, obviando los daños colaterales que sus acciones ocasionan?
En este sentido quienes les hacen frente son un grupo de humanos que, a pesar de no tener super poderes, buscan sacar a relucir el comportamiento perjudicial de los supers. En tal tesitura se embarcarán en una aventura intrépida e intentaran traerse abajo el sistema corrupto en el que están inmersos.
Una de las cualidades de esta realización es que ostenta diversas lecturas, esa es su riqueza, no sigue una sola línea, no es maniquea. Los buenos no lo son al ciento por ciento, son seguidores de la premisa de que el fin justifica los medios, buscan de cualquier modo traerse abajo el grupo de poder imperante. Son conscientes de que la corrupción lo abarca todo y la única forma de combatirla es usando herramientas similares, no tienen miramientos para echar mano de cualquier medio a la hora de cumplir su misión.
Además, el modo antiheroico con el que se describe al grupo de elite da en el blanco porque critica que seres tan deleznables sean alzados a los altares más altos, demostrando que solo una sociedad en decadencia cree ciegamente en seres oscuros con motivaciones que se alejan de lo memorable.
Por otro lado, destaca la ambición por el poder y el modo en el que este corrompe todo lo que toca. Asimismo, subraya el peligro de entregar el poder absoluto a personajes carentes de moral, porque dejarán de lado su papel y subyugarán a quienes debían proteger.
Tras ver la serie no hay dudas de que estamos delante de un producto novedoso que no busca quedar bien con nadie, le da lo mismo desdibujar la imagen que tenemos de los superhéroes y nos recalca que, dentro de todo, no dejan de tener defectos, no son la perfección andante que determinadas producciones nos han querido meter en vena. Esto es un gran acierto pues demuestra que un ser con gran poder puede comenzar a creerse Dios y a considerarse superior a la gente normal, dejándose dominar por su ego y ambición.