Opinión
Una oficina
Desde hace unos meses estoy con la serie The Office, una producción en la que un grupo de personajes nos acercan al mundo de la venta de papel. En cada capítulo somos participes de sus aventuras y recorremos el escenario en el que se desenvuelven, una pequeña localidad estadounidense. Asimismo, los momentos desternillantes se dan constantemente en la empresa para la que trabajan.
Al inicio puede ser que no llame la atención, su ritmo es lento y parece que no pasa nada destacable, solo se dan situaciones de enredos cada cual más absurda, pero una vez que comenzamos a conocer su mundo posible, conseguimos disfrutar de lo que, al inicio, parecía una sitcom sosa, predecible y convencional.
Esta serie de 2005 es un retrato caustico del ambiente laboral, podría pertenecer a cualquier empresa que se dedique a las ventas, en donde se interrelacionan una serie de personajes desangelados que, conforme los vamos conociendo, nos llevaran por su entorno gris, poco estimulante. No obstante, consiguen dar una vuelta de tuerca y hacerle frente a ese mundo, sacan adelante el negocio gracias a que no se dejan amilanar por el medio.
Desde hacía mucho tiempo quería ver algo nuevo, una producción que me sacara de la rutina. Muchas de las series actuales no muestran novedad y parecen más de lo mismo, se copian entre ellas, siguen unos moldes predefinidos, una receta que según sus productores les asegura el éxito, debido a que los inversores no están dispuestos a poner en riesgo su dinero, en pocas palabras, son productos que solo sirven para rellenar la parrilla de programación de las distintas plataformas de videos por demanda.
En tal sentido, pocas son las disruptivas, ya que eso requiere talento y en nuestros tiempos, no abunda.
Su historia consigue dar realce a su propuesta, su guion y planteamiento de situaciones, así como la performance de sus actores es destacable, llegando a conformar una propuesta original que va engarzándose con el paso del tiempo y logra dar frescura a las escenas que se ven en pantalla.
Por otro lado, su estilo de reality con cámaras ubicadas en sitios estratégicos, es lo más novedoso que tiene, parece como si estuvieran elaborando un documental con el día a día de la plantilla, una grabación que se adentra en su privacidad, por momentos da la impresión de que los personajes se dirigen a nosotros. Esta cualidad es la que rescato, pues le imprime características remarcables.
Sin duda, es una realización llamativa, logra interesar al espectador, no todos los días un trabajo de este estilo consigue encandilar con su estructura e incluso ha ganado mucho con el paso de los años, no parece una obra que haya dejado de emitirse hace casi una década.
El realismo que aparenta mantiene pegado al asiento a todo aquel que se acerca a verla, siendo fundamental su modo de presentarse. En este sentido espero ver en que desencadenan todas esas circunstancias que tienen lugar en una pequeña ubicación de un pueblo pequeño, en una zona cualquiera.