Opinión
Línea independiente
Últimamente, por el modo en el que aborda ciertos temas, la prensa demuestra un sesgo informativo alarmante. En su apartado político su posición partidista es llamativo, critica a una parte de los parlamentarios por sus propuestas sociales y ensalza a los que se sitúan en las antípodas de su ideología.
Dejando de lado esta sección, si se pasa a la de próximos estrenos, la experiencia suele ser más agradable, por ejemplo, gracias a ella, hace poco me enteré del lanzamiento de la película Ciudad de Mentiras, producción del año 2018, dirigida por Brad Furman y protagonizada por Johnny Deep junto a Forest Whitaker, el primero en el papel del detective Russel Poole y el segundo en el papel del periodista Jack Jackson, ambos actores suelen tener buen desempeño en los papeles que interpretan. A pesar de los problemas que tuvo, este documento logró salir a la luz para aportar otro punto de vista sobre el asesinato a tiros de The Notorious B.I.G.
Poole ha invertido casi dos décadas de su vida en la investigación del asesinato, para algunos, del mejor rapero de la historia. Sin embargo, a pesar de dedicarle todo su esfuerzo, su pesquisa no avanza. Asimismo, en el proceso descubre que la forma en la que se produjo la muerte del intérprete tiene semejanzas con la de otro músico famoso, Tupac Shakur. Con dos asesinatos entre manos y en su empeño por sacar a la luz la verdad, descubre que las cosas no son realmente lo que parecen, no solo se enfrenta a una mafia de malhechores, sino, también, a una organización que comprende a policías y periodistas. En tal tesitura va tomando forma el relato que se expone en la obra.
A pesar de lo caótico que resulta su montaje y que por este motivo cause diversas sensaciones, el tema que aborda, el de la corrupción, nos muestra el modo en el que el crimen organizado puede pervertir una institución respetable cuyo fin es el de proteger la ley. La gente la respeta, cuando ve a alguien vestido con el uniforme de la policía se siente salvaguardada, sin embargo, olvida que no dejan de ser seres humanos como cualquier otro y que, por consiguiente, pueden tener los defectos más reprobables, de esto se aprovecha el hampa y así consigue corromperlos.
En la obra los corruptos no dejan que nadie se entrometa en sus asuntos y sí alguno de sus compañeros no está en su misma sintonía, quiere sacar a la luz toda lo que esconden, es condenado al ostracismo.
Por otro lado, también se centra en criticar a la prensa que solo vela por sus intereses y por quedar bien con aquellos que manejan las riendas del poder en la sociedad, dejando de lado su papel de informar, para pasar a manipular, empleando sus medios para desacreditar a quienes no se ciñen a su línea editorial, para este fin colocan titulares pomposos en sus portadas y obvian los delitos de aquellos que pagan porque la prensa se mantenga independiente y conserve su espíritu objetivo.
Lamentablemente tras ver el filme el panorama que deja es sombrío, pues muestra un mundo en el que el envilecimiento de la sociedad no da la posibilidad para imaginar que esta pueda cambiar, debido a que la corrupción se ha expandido por todas partes y se ha enquistado en todos los estamentos del estado.