Opinión
Juego de intrigas
Lunes, tres de la mañana, es temprano, de madrugada. Usualmente a esas horas la gente está durmiendo porque deben levantarse pronto para ir a trabajar o a estudiar. Sin embargo, los seguidores de la serie Game of Thrones están expectantes por el estreno de su capítulo final. Con él se pone fin a varios años de aventuras, en donde se nos han presentado una sucesión de personajes que se han convertido en hitos dentro de la ficción. Esta producción, basada en los libros de George R. R. Martin, ha sido exitosa gracias a su novedosa propuesta y la magia que desborda el universo que diseñó.
Las estadísticas, que contabilizan el número de gente que ha seguido sus capítulos, nos indican que se han batido récords de audiencia, nunca antes un programa de televisión generó tal nivel de interés en los televidentes.
Durante la espera para ver el nuevo capítulo, la emoción anima a muchos, a otros, el sueño los vence y al despertar, para su mala suerte, tendrán que batallar, a lo largo del día, con los spoilers. Esta palabra, originada en la lengua inglesa, se suele utilizar para referirnos al adelanto de información sustancial sobre la trama de una historia y/o su desenlace. En las redes sociales se hace difícil lidiar con ellos, están por todos lados, directa o indirectamente. Si no queremos enterarnos de un determinado tema, lo mejor es no entrar en esos entornos. El éxito que ostenta GOT es, simplemente, una muestra del nivel al que se ha llegado en este tipo de creaciones.
Esta obra no tiene nada que envidiar a las superproducciones cinematográficas. El nivel técnico y narrativo fue la piedra angular de su éxito, incluyendo la calidad de las actuaciones de sus intérpretes. En esta última temporada, la cantidad de capítulos se vio reducida a seis, por eso el recorrido de la trama fue más acelerado. En varias escenas la acción era trepidante.
Las voces críticas de esta parte final de la serie denunciaban la poca calidad de la misma. Consideraban que, comparada con las anteriores, no estaba a la altura del nivel que venía ofreciendo. El problema de esta temporada fue el gran interés generado, la espera fue de casi dos años, es así que, al ver los nuevos episodios, muchos no quedaron satisfechos.
Este 20 de mayo se emitió el último capítulo y dejó muchas interrogantes. Los guionistas decidieron dejar un desenlace abierto. Siendo su punto fuerte la transformación que se da en la protagonista, con esta estratagema se trajeron abajo la idea de que quien mata al malo es el bueno, pues, en el desarrollo de la narración, la línea de ser bueno o malo es diáfana, depende de los ojos con los que se mire.
Esta serie llegó a su fin. Parecía que nunca concluiría. Después de seguir durante años su historia, hasta su culminación y empatizar con gran parte de sus personajes, concuerdo con aquellos que la consideran una producción difícil de igualar, por lo menos, a corto plazo.
Mitchel Ríos