Opinión

Crisis de historias

El multiverso está en peligro, todo lo que conocemos está condenado a desaparecer, una ola de antimateria se acerca peligrosamente. En tal tesitura, las dudas superan a las certezas, debido a que no se conoce el motivo para que un acontecimiento de tal magnitud esté sucediendo. Esta incertidumbre lleva al límite a los habitantes de los distintos mundos que corren peligro, entendiendo que sólo uniéndose podrán hacer frente a esa fuerza oculta, superior, de la naturaleza que amenaza su existencia. Aunque esto no asegura que logren su cometido, harán frente al peligro y descubrirán, en el proceso, el motivo por el cual se ha desencadenado toda esa destrucción.
Hace poco vi la trilogía de «Crisis en tierra infinitas», estrenada este año, producción que adaptó el comic del mismo nombre publicado en 1985, una historia que mostró el modo en el cual se podía abordar el tema del multiverso.
En esos años, gracias a este arco argumental, se reiniciaron las historias de los diferentes personajes de DC comics, una forma inteligente de unificar las distintas tramas en una sola línea temporal, pues las múltiples variantes de un mismo personaje resultaban difíciles de manejar para los escritores.
Como toda adaptación, esta producción se toma licencias, dejando de lado material que podría haber enriquecido su propuesta. Asimismo, el hecho de hacer una trilogía en donde cada personaje cumple una función determinada hace de ella una amalgama de historias que se vuelven confusas, generando problemas de guion, porque en el poco tiempo que dura cada una de las partes, no consigue desarrollar satisfactoriamente las diferentes tramas, dejando cientos de preguntas en el aire que no consiguen ser satisfechas.
Si bien, la cantidad de personajes que aparecen en pantalla es destacable, no parecen seguir un mismo hilo conductor, ya que, por momentos, pareciera que los guionistas no tenían claro que sentido darle a lo que proponían, por eso mismo el final resulta apurado, apelando al uso del deus ex machina para darle un cierre, más o menos, factible y así justificar las distintas decisiones de los participantes en la narración.
La idea del multiverso es fascinante, la probabilidad de que existan diferentes variantes de una misma representación abre la puerta a miles de mundos posibles, en dónde se pueden aplicar distintas reglas y sentidos, basadas en las decisiones y comportamientos de los actuantes.
Los que nos acercamos a esta realización esperábamos más de un crossover como este, sin embargo, se queda en buenas intenciones, usualmente, menos es más y este es el caso, no por juntar en una misma trama a cientos de personajes, muy conocidos por los seguidores de los comics, asegura que sea buena y este es el caso.
Al final, la forma en la que soluciona el entramado de su historia resulta simple, dejando la sensación de que podría haber sido más épico, no solo la sucesión de sinsentidos que, lamentablemente, no pudieron superar. Los seguidores de este género confiamos que está época solo sea un bache (de escasa creatividad) y que en el futuro la calidad mejore.

Lume

Agli