Opinión
Amistad
La película británica Frienship’s Death (Peter Wollen, 1987) aborda el tema de la guerra y cómo podemos extinguirnos si seguimos por esa senda. Para concienciarnos, una civilización avanzada envía a un robot que toma el aspecto de una mujer interpretada por Tilda Swinton, tras tener diversas conversaciones con un periodista inglés, interpretado por Bill Paterson, consigue crear un nexo y entablar una amistad, gracias a él su mensaje podrá trasmitirse.
Si bien se ven durante el transcurso de la obra ciertas falencias, las charlas entre extraterrestre y periodista son el centro de todo el desarrollo de la realización. Por intermedio de su intercambio de pareceres somos testigos de planteamientos sugerentes sobre el futuro de la raza humana, pues el ente venido del espacio considera que el medio terrestre es similar al entorno arcaico del planeta del que viene. El periodista no sabe si creer o no todo lo que dice, pero su modo de disertar y plantear sus ideas hace que le resulten sugerentes los parlamentos de la máquina pacifista.
El final resulta llamativo, entremezcla imágenes y expresa una bella metáfora de vida y muerte. Por medio de las escenas que se superponen nos resume de manera alegórica el mensaje de paz de la inteligencia artificial. Por momentos se escuchan palabras, por momentos no sabemos lo que estamos observando, tampoco se tiene la certeza de que tengan sentido y apunten en un mismo derrotero, no obstante, esto es lo que tiene un mensaje decodificado, queda a nuestra libre interpretación.
Esta cinta está enmarcada en el Septiembre Negro, conflicto civil que tuvo lugar en Jordania en 1970, su carácter documental es comentado por los protagonistas y se muestra a través de imágenes de archivo, que nos dan una idea del alcance de la guerra en esos lares. Los personajes no salen de la habitación en la que están alojados, solo se sabe que fuera de aquel espacio se encuentra la barbarie y el peligro, para causar este efecto se escuchan ruidos de balas y de armamento. Este es un detalle fundamental, pues deja a nuestra imaginación el figurarnos el aspecto de los atacantes, ponerles un rostro o simplemente pensar en él como un ente deshumanizado que solo busca el caos.
El director y a la vez guionista le da toques personales, hace del filme un alegato en contra de cualquier tipo de violencia y se enriquece por los aforismos que se pueden obtener de los diálogos.
Esta realización fue remasterizada hace poco, en un artículo, publicado este año, varios especialistas destacaban que es un buen documento, una buena muestra del cine que se hacía en Inglaterra en la segunda mitad de los años ochenta del siglo pasado, además, añadían y recalcaban que es una de las pocas obras que han llegado a nosotros, la gran mayoría de realizaciones hechas en esa época son inubicables. A pesar de sus carencias, resulta sumamente interesante, ya que es una obra que se enfoca en el mensaje que quiere transmitir, deja de lado la técnica en aras de dar énfasis al fondo.