Por casualidad, dos timadores de poca monta, uno joven y otro veterano, se conocen en una situación confusa, ambos estafadores se ven envueltos en una trama que bien puede dejarles una suntuosa cantidad de dinero, los convertirá en millonarios, sin embargo, para que esto ocurra tienen que llevar a cabo la empresa en un día, para esto tendrán que encomendarse a su buena estrella y rogar porque todo salga según sus planes en ese corto lapso del que pueden echar mano, más en la ficción, como en la vida, la suerte puede dar giros perversos y demostrarnos que, en ocasiones, no todo es lo que aparenta.
«Nueve reinas» película argentina del año 2000, dirigida por Fabián Bielinsky, destaca por su humor negro, así como el entramado que se va armando alrededor de la figura del personaje encarnado por Ricardo Darín, un tipo calculador y ducho en su actividad que no tiene problemas morales a la hora de sacar adelante sus planes, si tiene que estafar a su familia lo hace. Su construcción es sólida, es el prototipo del ser al que todo le sale bien, siempre sale airoso en sus aventuras, es el más listo del lugar, todos parecen respetarle.
En esta realización estamos pendientes de saber quién engaña a quien, debido a que logra platearnos una trama inteligente, en la que no todo es lo que parece, en el que las apariencias engañan al espectador, haciendo creer que las acciones van, por un lado, cuando en sí, todo sigue un rumbo diferente al que se construye en su mente con los rastros otorgados, sacar conclusiones antes de tiempo puede hacer que perdamos el hilo de lo que estamos viendo. En este aspecto, los guionistas consiguen oscurecer el discurrir lineal de la narración para engatusarnos con sus escenas, logrando su cometido a través de su metraje.
Así pues, su final es destacable, todo lo que hasta ese momento creímos, queda desmontado gracias al giro inesperado que nos ofrece, a pesar de las dudas que entraña, consigue que todo cobre sentido, como si hubiera sido parte de una estratagema mayor, que nos ocultó algunas pistas de forma expresa para no alterar ni un ápice su sentido. Por esta razón utiliza lo que tiene a su alcance para ofrecernos una producción llena de momentos y diálogos correctamente elaborados, en pocas palabras estamos delante de un sutil divertimento cinematográfico.
Me costó encontrar una plataforma en la cual ver esta cinta, una vez hallada, me gustó su trama y la forma en la que nos lleva a través de su historia, asimismo, sus actuaciones son un buen pilar en la que se apoya el guion. Puede gustar o no su propuesta (uno es libre de decidir), pero en lo que todos estaremos de acuerdo es en el correcto desarrollo del filme siendo destacable el modo en el que pone punto final a todo. En este sentido destaca su mensaje: Todas nuestras acciones tienen consecuencias, a veces parece que no, saldremos ilesos y nos iremos de rositas, pero tarde o temprano las sufriremos.