Opinión

Who has done it?

En febrero de este año, 2022, se estrenó la película Muerte en el Nilo, dirigida por Kenneth Branagh. Su guion se basó en la novela homónima escrita por la escritora británica Agatha Christie y publicada en 1937. La temática de esta obra es el peligro de los amores obsesivos y lo ciega que puede resultar una persona enamorada, literalmente estará dispuesta a hacer todo por satisfacer las cuitas de su ser amado.
Una pareja, aparentemente perfecta, decide pasar su luna de miel en un glamuroso barco a vapor en Egipto, sin embargo, su idilio se ve truncado de la forma más funesta, uno de ellos muere y se embarca en la búsqueda de su asesino el famoso detective belga Hércules Poirot que, por casualidades de la vida acompañaba a la pareja en su viaje. Para llegar al meollo del asunto tendrá que hacer uso de toda su astucia, así como desplegar todas sus facultades de investigador.
La forma en la que encarna Branagh a Poirot es correcta, mantiene el espíritu del personaje creado por Christie, sus tribulaciones, así como su forma en la que da con la solución al nudo de la historia, deja patente la calidad interpretativa del actor, así como lo camaleónico que puede resultar su rostro. Su modo de desenvolverse resulta creíble y por momentos nos hace perder en la senda de su personificación, siendo fundamental la prolijidad de sus intervenciones.
La fotografía y los planos del paisaje son lo que más destaca en la realización, la paleta cromática le da detalles únicos que se ven representados en cada uno de los instantes en los que se aprecian las ruinas de la cultura egipcia, por momentos parecen parte de un documental en el que se empezará a escuchar una voz en off y que, con su aparición, nos irá dirigiendo por los entresijos de aquellas maravillosas vistas.
La puesta en escena y los artificios utilizados en los detalles por instantes resultan falsos, son interesantes para la vista (no se puede negar), sin embargo, su uso desmedido hace que todo parezca de atrezo.
Al inicio le cuesta arrancar a la cinta, coger ritmo, parece que el guion no tuviera muy claro el camino a seguir, sus derroteros son oscuros, intrincados, nos muestra tantas cosas que, lamentablemente, son difíciles de digerir. Trata de contar todo en pocos minutos, ponernos en aviso de todo lo que irá sucediendo, por eso, en lugar de conservar un poco de suspense, nos muestra las cartas que irá echando conforme avanza la trama y se vayan desplegando los hilos de la ficción.
Tras concluir el visionado de esta cinta, lo que se puede sacar en limpio es que resultaría más interesante, sería más llamativa para el espectador, si hubiera conservado cierto misterio y dejado algunas interrogantes. La intención de desgranar todo, dar respuesta a todas las dudas, no dejar cabos sueltos, así como redimir a cada uno de los que intervienen en las escenas, hace que sea predecible, el director demuestra que no confía en la inteligencia de su público.

Lume

Agli