Opinión

El poder de la (des)información

Vivimos en un mundo en el que para saber como va a ir el día, en cuestión climática, preferimos ver el móvil, en lugar de levantar la cabeza y saber como está el cielo. Vivimos en un mundo, en el que un trasto para hacer llamadas sabe más acerca de nosotros que nosotros mismos. Vivimos en un mundo en el que para entrar a un sitio tenemos que leer las opiniones que haya del mismo en las redes sociales, sino no entraremos, en lugar de vivir la experiencia y obtener un juicio propio sobre si valía o no la pena entrar. Vivimos en un mundo en el que nosotros no elegimos que noticias leer, pues nos dejamos llevar por las recomendaciones del algoritmo de nuestro equipo telefónico, ya que, este sistema binario, sabe lo que es bueno que leamos o no.
Ayer vi la película No mires arriba, estrenada en diciembre del 2021 y dirigida por Adam McKay, realización que, con un tono de humor negro, nos cuenta la historia de un par de científicos que tratan de concienciar a la sociedad sobre el peligro que se cierne sobre ella. Al embarcarse en esa tarea sufrirán una serie de reveses que les harán replantearse su papel, ya que los parámetros bajo los que se rige el mundo actual distan mucho de escuchar a científicos.
Si bien esta historia, sobre el papel, parece una comedia, su mensaje es muy serio, vivimos en una época de estupidez alarmante, en la que no se presta atención a las recomendaciones de los especialistas que nos advierten sobre los peligros de determinados comportamientos. En esta producción el peligro latente es un meteorito que, si no se hace nada, chocará con la tierra.
Actualmente tenemos un problema muy grave, estamos inmersos en una pandemia y, sin embargo, hay voces que niegan que algo así este sucediendo, a pesar de ver que mucha gente lo sufre, estos negacionistas basan sus afirmaciones en seudosabios que ven una conspiración a nivel mundial para establecer un nuevo orden.
Por otro lado, la cinta juega con el papel de las redes sociales, las noticias falsas, los ciberanzuelos (clickbait) y el comportamiento de la prensa que está más pendiente de sus ventas que de dar informaciones fidedignas. Los entornos virtuales hoy en día tienen un poder único, ya que millones de personas alrededor de la tierra beben de sus contenidos para hacerse una idea sobre determinados temas, en muchos casos estos empujan a la población a tener comportamientos errados, pues por medio de sus dispositivos manipulan sin escrúpulos, haciendo que la realidad parezca un entramado de conspiraciones y que cualquier voz sensata suene absurda.
Y al final, quizás el mensaje sea ese, don’t look up, pues los díscolos harán lo contrario, debido a que ellos son los que labran su futuro y no dejan que nadie se entrometa en su toma de decisiones, su libertad es lo más valioso que existe, si por ellos fuera caminarían viéndose el ombligo y, así, tendría más sentido su existencia y la del resto.

Lume

Agli