Opinión

Proactivo

El 5 de mayo una buena noticia salió publicada en varios medios: «La Organización Mundial de la Salud había declarado el fin de la emergencia internacional por la COVID 19». Este comunicado se llevaba esperando mucho tiempo, ya que desde el 2020 vivimos sumidos en la incertidumbre ante la incidencia global de esta enfermedad, la cual produjo millones de contagios y muertes alrededor del globo.
Esto ha demostrado que el espíritu de supervivencia del ser humano es loable ya que ha sobrevivido a una pandemia que, en un inicio, hizo ver todo oscuro, parecía que no saldría bien parado y se enfrentaba a una probable extinción. Por suerte, conforme fue evolucionando y, gracias a las medidas que fueron tomando los distintos gobiernos alrededor del globo, el poder mortal de la COVID comenzó a mermar. La vacunación masiva ayudó a generar anticuerpos en la población y así hacerle frente.
Ha quedado claro que es necesario estar preparados, pues, en la actualidad, se cuenta con las herramientas necesarias para ser proactivos. Sabemos muy bien que en el futuro aparecerán nuevos virus capaces de producir pandemias.
La adversidad que dejamos atrás ha servido para entender el riesgo que se puede correr si no se frena el avance de una enfermedad altamente contagiosa en una fase temprana. El error que no debería repetirse es el de esperar que se expanda a nivel mundial para que se tomen disposiciones como sucedió hace tres años.
Asimismo, durante los momentos más álgidos de los contagios se percibió que los entes burocráticos no estuvieron a la altura, si hubieran trabajado con celeridad, en aras de la salud, se hubieran salvado miles de vidas. En momentos puntuales los papeleos no tienen razón de ser, pues retrasan acciones que son necesarias para frenar el avance de enfermedades, es decir, se convierten en una piedra en el zapato y restan, más que suman.
Sin embargo, que se haya declarado el fin de la emergencia internacional, no significa que el problema de la COVID haya terminado, aun existen personas que la padecen y otras que tienen secuelas, por eso mismo tendrán que ser tratadas y evaluadas para que sus vidas no corran riesgo. Por eso mismo tendremos que estar atentos ante posibles variaciones de este virus, para poner en práctica lo aprendido.
Tras esta noticia, la del fin de la emergencia, la OMS sostiene que se encargará de crear un comité especializado para asesorar a los países afectados por la COVID, de tal modo que se eviten escenarios en donde los infectados desborden los medios sanitarios, generando caos entre la población. En conclusión, lo importante es entender que lo sucedido no puede volver a repetirse. En nuestras manos está que la COVID pase a la historia como una de tantas enfermedades que se lograron vencer. No podemos permitirnos llegar a una situación límite, debemos velar por seguir con nuestra vida normal ya que sería catastrófico encontrarnos en un escenario en el que los contagiados aumenten, así como los decesos, y, por consiguiente, se pierda lo conseguido.

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