Opinión

En dirección contraria

Ayer, mientras paseaba por una de las calles más conocidas de la ciudad, me crucé con gente que iba en dirección contraria a la que yo me dirigía. Esto es algo normal, siempre habrá gente que no siga tu camino. Sin embargo, lo que me llamó la atención, o no tanto, era ver a estas personas con banderas por todas partes, unos las llevaban atadas al cuello y otros, sujetas de la cintura, aparentemente iban a protestar, como todos estos días porque sostienen que han visto vulnerados partes de sus derechos, por eso mismo no han dudado en movilizarse, alzar su voz y demostrar que por cosas importantes están dispuestos a salir a las calles.
Algunos también llevaban pancartas, reclamando un mejor trato de la ley y, sobre todo, más libertades, pues alegan que con las políticas actuales del gobierno en funciones no están garantizadas, el cual es antidemocrático al no respetar el resultado de las elecciones, a pesar de tener los apoyos necesarios para mantenerse en la presidencia, eso no dice nada, la democracia está en tela de juicio.
Tal vez, hay cosas que se nos escapan a los ciudadanos de a pie, esos que hemos dejado de ver las cadenas locales de noticias y hemos preferido optar por otros contenidos. Vivir alejados de la información tiene consecuencias, se vive de espaldas a la realidad, obviando cualquier aire de cambio por no estar enterados.
Asimismo, su lucha busca que no se rompa la unidad de la patria, algo inconcebible y que les genera pesadillas, por eso se están levantando, no por servicios egoístas, como la educación o la salud, nimiedades que a largo plazo no generan riqueza, esos se los dejan a los que se sitúan al lado siniestro de la historia.
Ellos son nobles, con sentimientos loables, por eso imaginan un país en dónde solo caben ellos y los suyos, denostando la diversidad, la inclusión o cualquier idea progresista, esas insignificancias generan el alejamiento del sendero correcto, por eso su meta es imponer el pensamiento único.
Algo que llama la atención de su protesta es el lenguaje que utilizan, imagino que algunos se sentirán orgullosos por sus formulaciones, en una época en la que la libertad de expresión está en tela de juicio, nada mejor que opinar en términos golpistas, contra medidas dictatoriales que solo los deja manifestarse hasta donde quieren, debido a que esto es un engaño, quieren hacernos creer que hay posibilidad de hablar libremente, pero no es así, todo es por aparentar, por eso es necesario expresarse en un lenguaje que deje patente que se va en serio.
Seguí mi camino, durante mi trayecto me crucé con más embanderados, con más pancartas, incluso, antes de llegar a casa, vi a un tipo que iba con la cara al sol, creo que no era el único que sabía de qué iba todo esto.
Al final es verdad, como leí por ahí, uno sabe de qué lado posicionarse simplemente viendo quienes enarbolan determinadas ideas, quienes defienden determinadas ideologías.

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