Opinión
Tiempos de incertidumbre
Estamos a puertas, sino ya inmersos, en una nueva crisis económica. Las noticias en los diarios no son nada halagüeñas. Por eso, muchos directivos se están adelantando y han declarado que no temamos, si bien, hay algunas entidades que tienen problemas, eso no quiere decir que se produzca un fenómeno en cadena, hay que mantener la calma y ver cómo se van desarrollando los acontecimientos.
No soy un experto en economía, pero sí siento, en mis carnes, como esto me afecta, como el dinero que tengo comienza a devaluarse, como vale menos (pierdo poder adquisitivo) y con él dejo de comprar la misma cantidad de cosas cuando voy al mercado.
Es frustrante notar como el sistema monetario solo vela por sus intereses y deja de lado al ciudadano de a pie, ya que, como afirman los especialistas, la preocupación es mantener los tipos.
Revisando algunas de las noticias sobre este tema, me topé con las declaraciones de un directivo bursátil, sobre lo que podría caernos encima, argumentaba que, lo fundamental es mantener entidades bancarias fuertes y, para ello, los diferentes gobiernos deben poner de su parte, pues ellos —añadía— son los encargados de dar seguridad a la ciudadanía.
Nadie duda de que aquel funcionario dijo lo que dijo con las mejores intenciones, ¿o guardaba algún mensaje entre líneas? Todo discurso tiene una intención, busca algo, expresar determinadas formulaciones no es baladí, por lo tanto, lo hacía para enviar un mensaje a los ciudadanos, entre líneas afirmaba: Nosotros manejamos el mercado, si estamos bien, este se mantendrá estable, en cambio, si las condiciones no son las que esperamos, este puede volverse inestable y, por lo tanto, generar incertidumbre en los diferentes estamentos. Asimismo, esto causaría malestar en la población lo que podría ocasionar problemas al régimen de turno.
No podemos dudar que sus palabras buscaban tranquilizar, aunque dentro del contenido se coligiera lo contrario, tampoco hay que ser mal pensado, ni sacarle filo a cualquier declaración, por eso hay que tomarse las cosas con sosiego y coger el recado con las mejores intenciones.
No obstante, los directivos de cualquier banco solo velan por su provecho y por la de sus accionistas, a ellos les preocupa que las entidades financieras tengan problemas, porqué se deben a quienes los financian (y no son precisamente los usuarios que depositan su dinero en ellas). Por eso al entrar en situaciones económicas peliagudas verán peligrar los dividendos, ganancias, a repartir. Ya que, como en todo negocio (este no puede ser menos), lo único que importa es conseguir ganancias, por eso mismo esto es lo único que preocupa a quienes dirigen estas entidades, no que el mercado perjudique al ciudadano común y corriente, de tal modo que, cuando sueltan determinados mensajes, solo velan por el dinero que puedan repartirse al final del ejercicio económico.
Al final no hay que preocuparse, porque nos seguirán vendiendo la idea de que todo va bien, para no generar desconfianza y que, por lo tanto, bajen masivamente las acciones de las entidades bancarías, puntal de cualquier estado, según afirman (ellos).