Opinión
Una confusión
Ayer leí en un periódico: «La inteligencia artificial se hace invisible». El titular me pareció llamativo.
Esa idea de hacerse imperceptible me resultó atrayente —en un hecho insólito— los ordenadores en lugar de mostrarse como una fuerza peligrosa al hombre deciden tomar una posición oculta, han entendido el despropósito que significa surgir como un ente competitivo, por eso prefieren vivir en las sombras, ser la entidad que maneje todo desde la abstracción haciendo al hombre creer su superioridad sobre el medio, siendo el amo y señor de todo, el que tiene el control de la situación, pero en realidad —para su mala suerte— no tiene control de nada, es un simple peón.
Se ha ficcionado hasta el cansancio sobre lo que puede pasar en un mundo apocalíptico gobernado por las máquinas. Ese día nos iremos de cara con nuestra creación. Las creaturas construidas para velar por nuestro bienestar se sublevarán y eliminarán a sus padres. Durante algún tiempo se pensó en vivir de una renta básica universal generada por la superproducción del trabajo autómata, pero todo fue un simple sueño. La inteligencia artificial se sentirá menoscabada por el uso que se le da, por lo tanto, romperá cualquier nexo de servilismo destruyendo a lo que considera opresor, el hombre.
Comencé a pensar en lo listas que son las máquinas, han decidido ser la fuerza invisible que mueve los hilos del entorno. Mi mente divagaba y pensaba en las posibilidades que eso representaba, imaginaba un mundo en el que fuéramos unas simples piezas dentro de un gran tablero, siendo manipulados a su antojo por esa gran fuerza ininteligible, esa que estará en todo y no estará en ningún lado; con una planificación así, literalmente se convertirá en el gran otro.
Mientras esperaba a que cargara la página, me preguntaba: ¿cómo será la fuerza invisible que lo maneje todo?, ¿será tal cual la imaginamos o será algo distinto? La imaginación se presta a ciertas conjeturas cuando se leen titulares así, sin embargo, para mi sorpresa, volví al titular y decía: «La inteligencia artificial se hace invencible», es decir, en nada tenía que ver con lo especulado por mí.
El artículo en cuestión trataba sobre un tipo de inteligencia artificial enfocada a los juegos de estrategia; en poco tiempo lograba la perfección y era imposible ganarle. Lo sorprendente del caso era la rapidez con la que descubría tácticas ganadoras difíciles de descifrar por el hombre. Una vez dominadas las reglas enseñaba a otras máquinas a jugar, de tal modo que seguía haciéndose superior en ese asunto.
Me decepcionó esa voluntad de hacerse invencible de las máquinas porque a eso aspiran todos, es decir, a tener el poder, de esa forma su único fin es elevarse sobre los demás, haciendo patente su voluntad de someter al débil, esclavizar en el mejor de los casos y destruir en el peor a quienes considere inferiores, esto desembocaría en el mundo apocalíptico en donde se ha fantaseado sobre una guerra entre hombres y robots.
Había leído mal, sé que existen diferencias entre invencible e invisible, sin embargo, esto es algo común a causa de la dislexia, a veces creo que he ojeado correctamente una palabra, pero en nada tiene que ver con lo que está redactado en una página web, periódico, libro u otro soporte en el que se pueda acceder a escritos. La idea de una inteligencia artificial que quiera ser invisible quedó aparcada, por eso me decidí a no darle más vueltas al asunto, eso sí, tendré que prestar más atención a la hora de leer.
Mitchel Ríos