Opinión
Tarde de tenis
No sigo demasiado el tenis, solo lo hago en circunstancias puntuales, para ver una final o, en su defecto, algún encuentro entre los mejores jugadores de este deporte, ya que se da por hecho que el lance será interesante.
Así pues, en esta tesitura, estuve expectante por ver la final del tercer gran torneo del año, Wimbledon, debido a que desde hacía varios días se sabía quiénes serían los finalistas, Alcaraz y Djokovic, de nacionalidad española y serbia, respectivamente. El primero, un jugador en ascenso que buscaba repetir la hazaña del año pasado (ganó el torneo) y el segundo, que se ha situado como uno de los mejores de todos los tiempos.
El murciano llegó a la final con más dudas que certezas, por eso su rival era el favorito y llegó de forma sobrada, ninguno de sus contrincantes lo hicieron dudar de que se clasificaría para la final, su performance era su mejor baza, además tenía el aliciente de que si ganaba superaría a Federer, máximo ganador del torneo, las ocho veces que lo consiguió lo ubican como el único en la historia que lo ha logrado.
Para los comentaristas sería difícil que repitiera el triunfo del año anterior, pues su inexperiencia podría ser un elemento que se alinearía del lado de su rival, impidiendo que saliera airoso del encuentro, no obstante, había alguna voz disidente, pues confiaba en el triunfo de Carlitos, debido a que su estilo y estado de forma habían demostrado su capacidad de conseguir lo impensado.
A pesar de las dudas, el joven tenista comenzó bien el encuentro, desplegando un gran juego, llegó a ponerse dos sets a cero, pero no todo fue fácil, debido a que tuvo que afrontar algunas situaciones complicadas, como el haber desaprovechado tres puntos para partido, quizás por los nervios o por apresurarse al querer cerrar el choque. Al no conseguir sacar réditos de esa situación los comentaristas argumentaban que era algo usual pasar por estos escenarios, pues los partidos (y más aún las finales) son difíciles de rematar, añadían que dar por ganado un encuentro antes de conseguirlo es lo peor que se puede hacer.
En esto no les faltaba razón, he visto varios videos en los que muchos celebraban por adelantado y de repente lo perdían todo, quedándose con cara de circunstancias al ver que lo tenían tan cerca y lo dejaron escapar.
Al final logró levantarse de ese impase y definió el partido en el tiebreak, en donde las cosas le salieron a pedir de boca y logró el triunfó sin demasiados aspavientos, no le dio oportunidades a Nolan, el modo en el que resolvió los puntos decisivos fue resaltante, en su rostro se podía ver que lo sucedido minutos antes era algo anecdótico.
Tras esforzarse consiguió ganar y demostró que si uno confía en sus posibilidades siempre saldrá airoso, independientemente de las situaciones en las que nos encontremos, porque lo esencial es saber lidiar con nuestras limitaciones, una vez que sepamos hacerlo llegaremos a cumplir nuestros objetivos.