Opinión

La fiesta del deporte

En 1896, hace más de un siglo, se llevó a cabo la primera edición de las olimpiadas modernas, emulando las que se celebraban en la antigüedad, por eso se eligió a Atenas como sede, gracias a la intervención del Barón de Coubertin se logró plasmarlas y, salvo algunas excepciones, se han venido celebrando cada cuatro años.
Así pues, este 2024 se celebra una nueva edición de este evento, siendo París la anfitriona. Por su connotación se esperaba una ceremonia inaugural espectacular, así como una organización que satisficiera las expectativas que las diferentes filtraciones generaron en los espectadores.
En este sentido no defraudó, pues se salió de lo acostumbrado, por primera vez, en esta edición, se vio que los diferentes representantes de los países participantes desfilaron en botes, con esto La Ciudad Luz quiso presentar a su río emblemático, el Sena. A pesar de las inclemencias del clima, el entusiasmo de las delegaciones no decayó, resultando emocionante ver a nuestros deportistas durante su traslado, su entusiasmo era contagioso.
Asimismo, los diferentes espectáculos, preparados para la ocasión, estuvieron a la altura, se pudo observar un buen juego de luces que iluminaron la torre Eiffel, destacando la melodía de fondo que no dejó indiferente a quien estuviera atento a lo que sucedía.
El encendido del pebetero también se salió de la norma, desfilaron distintos deportistas destacados que trasladaron la antorcha olímpica por la ruta establecida para llevar la llama hasta su destino, los franceses hicieron gala de su entusiasmo por albergar las olimpiadas de verano, nos llevaron a través de lo más representativo de su acervo cultural, esto hizo entretenido el seguimiento de la ceremonia de inauguración que duró varias horas.
También destacó la referencia a los videojuegos, pues, durante una parte, quien trasladó la antorcha olímpica fue un personaje reconocible para los que somos seguidores de la saga Assasin´s Creed, aunque se mantuvo con el rostro cubierto durante todo su recorrido a través de los diferentes monumentos de la capital francesa. Lo resaltante de esta serie de videojuegos es que durante su trama nos lleva por diferentes momentos históricos, incluyendo La Revolución Francesa, resultando entretenido aprender historia de esta forma, jugando.
Es destacable la diversidad de disciplinas deportivas, siendo treinta y dos los deportes que participan, diversificándose en cuarenta y cinco pruebas, cada cual más atractiva, siendo interesante para los aficionados, pues les permitirá empaparse de deportes que de otro modo no sería posible, por su poca popularidad o exigua difusión.
En este sentido gracias a las nuevas tecnologías será más fácil seguir a nuestros deportistas, confiando en que tengan un buen desempeño y cosechen triunfos para nuestro país, tan necesarios para levantar los ánimos en nuestra tierra.
Por lo pronto, en lo poco que he podido ver, están teniendo una buena participación y si al final no consiguen estar en los primeros puestos de la entrega de premios, el hecho de participar ya es un triunfo, porque no todos pueden decir que han estado en unas olimpiadas representando los colores de nuestra bandera.

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