Hay días en donde las webs de noticias se alejan de sus temas repetitivos (violencia, política, religión y deporte) y nos ofrecen reportajes distintos. Tienen chicha, por eso dan pie a replantearse ciertas ideas. En ocasiones, no tienen la posibilidad de apartarse de sus argumentos recurrentes, porque estas informaciones venden, sin ellas nadie entraría a su espacio virtual y, con esto, perderían sus ingresos. Esto no deja de ser un negocio, por lo tanto, prefieren enfocarse en un público determinado, no llenarán sus páginas con artículos de patatas, cuando sus lectores se decantan por el boniato. Sería iluso pensar que su ideal se centra en la labor de informar, dejando de lado el aspecto mercantilista. Existen pequeños programas instalados en sus páginas, se encargan de monitorear el comportamiento de sus usuarios para conseguir la información necesaria y, de este modo, efectuar sus sondeos. Al ingresar en la mayoría de las webs, nos suelen preguntar si estamos de acuerdo con ceder nuestros datos, con estos consiguen dar una mejor experiencia a sus seguidores.
En la actualidad están diseñando algoritmos que se encargarán de estudiar nuestro comportamiento en estos entornos virtuales y lograrán mejores resultados a la hora de ofertar distintos productos.
Esto se verá reflejado en una forma sutil de manipularnos. Nos harán creer que somos quienes elegimos, confiados en nuestro libre albedrío, cuando en realidad nuestras decisiones se verán influenciadas por sus artimañas. Los entes políticos y comerciales están centrados en hallar la forma de dirigir las elecciones de la gente. Antiguamente, los primeros tenían el problema de no lograr el alcance deseado dentro de la opinión pública, por eso apelaban a la demagogia como arma arrojadiza, sin embargo, con el avance de la tecnología, los programas informáticos, en un futuro cercano (por no decir actual), les proporcionarán dispositivos capaces de elaborar discursos personalizados. En lo comercial pasa algo parecido, su afán está centrado en volvernos consumidores compulsivos, ansían que compremos objetos innecesarios, prescindibles, para este fin nos meten en la cabeza que esos productos son importantes para nuestra existencia.
Nuestro libre albedrío no es más que un conjunto de procesos biológicos y químicos, por lo tanto, su base es más terrenal que divina, se basa en distintos constructos que pueden ser explotados por aquellos interesados en dirigir nuestras elecciones. Desean conocer a los consumidores desde dentro. Este movimiento será meticuloso para que no sean conscientes de esa manipulación, les harán creer que cada paso dado es elegido por ellos. Cuando esto se produzca habrán conseguido dar con la tecla adecuada, podrán manejarlos como si de un rebaño se tratara, apelarán a sus emociones y les quitarán toda posibilidad de decidir, todos serán simples marionetas. En un mundo así será difícil vivir, las peores profecías sobre las manipulaciones en masa se habrán cumplido, pero no lo sabremos, no podremos hacerle frente, estaremos dentro, por lo tanto, no advertiremos que estamos siendo objeto de engaño, porque consideraremos que todo estará bien y cualquier decisión de nuestros gobernantes será la adecuada. Quizás ahora mismo estamos siendo objeto de estos engaños, si no, como es posible que determinados partidos políticos consigan sendas victorias, cuando su accionar y papel es más que cuestionable. Considero que no todo estará perdido, simplemente tendremos que ser conscientes de esa debilidad, a partir de ahí, prepararnos para no caer en las argucias de estas seudo guías; tendremos que dudar de toda la información que recibamos, solo así estaremos preparados para estas herramientas de las que hará uso el establishment.