Estamos en internet buena parte del día, nos conectamos desde diferentes dispositivos y por la comodidad que nos proporciona, para acceder a diversa información, llegamos a pensar que estamos seguros, sin embargo, olvidamos que nada es infalible. La mayoría de sistemas operativos tienen problemas de seguridad, no solo los usuarios de a pie estamos desamparados ante estos peligros, hay empresas que también están expuestas. El ataque informático que sufrió telefónica (el secuestro de sus archivos y el chantaje para recuperarlos), nos demuestra que todos podemos ser víctimas de estos programas maliciosos. Existen diferentes tipos de badware, desde los que quieren acceder a nuestras bases de datos y monitorizar nuestro ordenador, hasta aquellos que buscan, como los ransomware, bloquear el acceso a nuestros archivos.
La palabra ransomware nace de la mezcla de dos palabras de origen inglés: Ransom que significa rescate y ware apócope de software. Este malware es el que más se ha popularizado: por su facilidad de uso, por la gran difusión que ha tenido y su alta efectividad, representa el 66 % de todas las infecciones producidas por virus troyanos en 2016. Nuestro ordenador puede ser infectado de diferentes formas. Para captar víctimas se puede hacer pasar: por una actualización crítica del sistema operativo, una aplicación necesaria para el correcto funcionamiento del sistema, como un enlace de descarga de películas, utilitarios y videos pornográficos, si aceptamos, el virus se descarga en segundo plano y una vez que dejemos que se instale -confiados de que es un programa necesario- comienza el proceso de infección.
La firma de seguridad informática Recorded Future ha informado que el cuatro de marzo se ha puesto a la venta el ransomware-as-a-service (la nueva generación de los ransomware) denominado Karmen, por 175 euros. El hacker ruso DevBitox, bajo el seudónimo de Derek1 fue el encargado de ofrecerlo al público. Viene en un paquete ejecutable, proporciona herramientas sencillas y puede ser manipulado por usuarios sin conocimientos técnicos, además sostiene que se obtendrán jugosas ganancias con poco esfuerzo, no obstante, hubo campañas maliciosas con este software en diciembre del 2016 en Estados Unidos y Alemania.
Una vez infectada nuestra máquina los archivos son encriptados y aparece un cartel que informa que debemos realizar un pago para poder hacer uso de ellos, sin embargo, así hagamos efectivo el pago nuestros archivos no serán recuperados.
En internet como en el mundo real existe de todo, no es ese medio amigable que todos nos quieren vender, hay que tener cuidado al recorrerlo, todos nuestros movimientos son monitorizados por medio de cookies – aunque estos elementos son para mejorar la experiencia online, siempre habrá algunos que actuarán de forma maliciosa- por eso tenemos que andar con celo, transitar por zonas seguras, evitar las trampas de los cibercriminales, no picar el anzuelo, no ser una presa más.