Opinion
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De todos los inventos que ha realizado el hombre uno de los más importantes es el libro, marcó un antes y un después, a partir de su invención se pudo acceder a conocimientos que con el paso de los años se hubieran perdido. Gracias a este elemento se pueden leer obras de intelectuales que murieron hace miles de años y tenemos a nuestra disposición varias obras incunables que le dan valor a nuestro pasado.
La primera vez que cogí un libro tenía seis años, elegí uno que estaba en casa – de todos era el más delgado y traía dibujos – demoré bastante tiempo en terminarlo. Ese primer contacto con la página escrita fue mágico, sentí que me adentraba en un mundo distinto, se abrían espacios que me serían útiles a futuro – al leer la imaginación se superponía a todo, permitiéndome divagar y ensimismarme. Con el tiempo esa relación se hizo más íntima, siempre ha habido un libro en todas mis actividades, en todos los lugares en los que me muevo, cada libro me ha dejado cosas distintas, me ha producido diferentes satisfacciones y goces.
El hábito de la lectura es algo que se adquiere con los años, se aprende, no se nace siendo lector, cualquiera puede adquirir el gusto por la lectura. En la actualidad no hay pretexto para no leer, hoy existen diferentes soportes que nos permiten hacerlo, diferentes herramientas que están a nuestro alcance para poder disfrutar de esa actividad. Tenemos además del libro impreso el libro electrónico, ebook – un invento que imita de manera virtual a nuestro libro clásico -, este es liviano y no ocupa el espacio que ocupa uno encuadernado, es una opción cómoda que permite transportar en poco espacio miles de textos.
Una de las inquietudes que he podido percibir es con respecto a la masificación de los libros electrónicos y la idea de que el libro en formato físico desaparecerá. Existen argumentos a favor del nuevo formato y otros que se oponen porque consideran que se pierden elementos al leer en ese objeto. Un libro electrónico nunca podrá reemplazar a un libro físico porque este último posee particularidades que no posee el primero, el olor, el ruido al pasar las hojas y la comodidad para hacer anotaciones, son características que hacen especial a un volumen clásico, sin embargo, eso no impide que nos adecuemos a lo nuevo.
Los avances tecnológicos buscan nuestra comodidad, por eso, los libros electrónicos son un buen medio para que llegue a más público la lectura y la cultura, este entorno moderno lo hace atractivo para las nuevas generaciones. El ebook y el libro pueden convivir sin ningún problema, uno no tiene por qué anular al otro, pueden ser elementos complementarios, porque en los nuevos tiempos se tienen que adquirir nuevas competencias, debemos de dejar de lado los purismos y entender que todo evoluciona, nada se mantiene quieto.
La lectura se ve enriquecida con elementos físicos y electrónicos, dos elementos que se vuelven uno al servicio de nuestro disfrute y aprendizaje.
Mitchel Ríos