Opinion
Old Fashion
El medio consumista en el que nos desenvolvemos es peculiar, todos están pendientes de lo nuevo en tecnología, pensamos que el no tener lo último que ha salido a la venta nos convertirá en parias de la sociedad.
Hoy me topé con la publicidad de una empresa de telefonía, informa sobre los nuevos equipos disponibles para el año en curso; los describe como mejores que los del año pasado porque poseen características que los otros no disfrutaban, pues pertenecen a una mejor gama. Al hacernos la descripción de toda esa parafernalia de posibilidades se centran en minucias, hablan con palabras rebuscadas para distraer nuestra atención, quieren hacernos creer que todo lo que dicen es verdad y no comparemos los equipos o veamos que son similares. El consumidor final no notará la diferencia durante el uso que le dé. Para la empresa que ofrece esos productos lo pasado no sirve, la tecnología punta es la que mejor se desempeña, recomiendan tener siempre lo último, porque cada año los modelos de comunicación varían y la recepción de llamadas serán mejores, por eso se preocupa por la calidad del servicio que ofrece y se encarga de decirnos cuando ha quedado desfasado algo, atrás quedaron los años en los que decidíamos cuando algo dejaba de servirnos, ahora es la compañía quien nos lo dice.
Todo esto tiene que ver con el espíritu de la época, en la época actual todo tiene una fecha de caducidad (algunos sostienen que lo del espíritu de la época es una necedad porque se mezclan dos paradigmas que causan problemas al juntarse. El espíritu de algo como el tiempo crea confusiones y añaden que para entenderlo sería necesario hablar del espíritu colectivo, en la medida que se difunde un canon a seguir por los demás). Esa fecha de caducidad no es necesaria que nos la impongan y en ese sentido la empresa de telefonía que nos conmina a cambiar de equipo lo está haciendo.
Las modas nos hacen replantear si lo que tenemos está o no a la altura de los tiempos que se mueven, en donde lo único que tiene valor es lo que marca tendencia, lo que pasa en la actualidad; el pasado es sinónimo de viejo y de anticuado -esas categorías se utilizan con una facilidad que hielan la sangre-, no obstante, debemos saber que son cosas que están en boga y por más que los medios de comunicación difundan publicidad con las bondades de los productos de vanguardia, somos nosotros los que tenemos la última palabra. Por eso cuando me dicen que mi móvil es una pieza de museo, digo que me gusta lo old fashion.
Mitchel Ríos